Lo primero que me pasó por la cabeza fue
Facebook, la principal red social cada vez tenía más auge. Me dirigía hacia la
gigantesca pantalla.
- Búscame noticias relacionadas con Facebook,
de los últimos 5 años.
- Facebook compró la compañía más grande de
ingeniería informática hace cuatro años. – La voz del Jefe me iba explicando a
la vez que salían las noticias en la pantalla gigante. – Tuvo un gran
competidor: “Almost Real”, una empresa que empezó como pionera en juguetes
virtuales y que creó una red social de realidad virtual. Hace dos años ambas se
fusionaron y crearon “Almost Real Life” o ARL, para abreviar. – mientras lo iba
explicando me temí lo peor. – Los primeros usuarios fueron los jóvenes y toda
la gente que tenía un perfil en Facebook, pero la vida en ARL era tan idílica
que se crearon residencias virtuales para ancianos. La nueva ARL acaparó el 80%
de la economía mundial y los gobiernos negociaron con ella. Empezaron los
primeros países virtuales, donde no existía moneda y podías visitar los
monumentos sin necesidad de costosos y tediosos viajes en transporte analógico,
todo era digital. Se pensó en crear un lugar en el que las personas pudieran
estar conectadas sin miedo a posibles percances. Hace unos meses acabó la
creación de la Cúpula, un gran techo que cubre más de la mitad de la superficie
sólida del planeta. Debajo de ella están todos los humanos conectados a ARL.
Esa tal Cúpula era el lugar donde había
aterrizado con mi nave.
- ¿Cómo se construyó algo así tan rápido?
- Los gobiernos estaban implicados. Las
grandes organizaciones vieron que la vida en ARL era el futuro y todo el mundo
estuvo de acuerdo en sacrificar sus trabajos y su tiempo para crear la Cúpula.
Nunca en la historia se ha movilizado a tanta gente tan rápido como hasta en
aquel momento.
- ¿No se opuso nadie? ¿Las organizaciones
religiosas, los tradicionalistas o los que tuvieran las ideas más naturalistas,
no dijeron nada?
- Ellos son los que pueblan el 40% de tierra
restante. Pero cada vez son menos. Se estableció un perímetro vigilado por
robots fuera de la Cúpula. Si algún ser humano pisaba ese perímetro sería
automáticamente llevado a la cúpula ara su posterior conexión.
Era lo que me temía. Yo había traspasado ese
perímetro y uno de esos robots me había dejado inconsciente y ahora estaba
atrapado allí. Debía escapar. Aquello era una locura. La sumisión voluntaria a
la tecnología ya es algo muy peligroso, pero rechazar a la propia vida para
vivir virtualmente era una contradicción. La realidad virtual es un oxímoron.
- ¿Se puede salir de aquí? Tengo un objeto
valioso fuera, en la Cúpula, ¿puedo salir fuera a buscarlo?
- No, se establecieron unas normas muy claras
por acuerdo colectivo. Ningún humano que haya entrado a la cúpula, por voluntad
propia o por accidente, puede salir de ella.
- Entiendo… – Realmente no entendía nada,
aquello me parecía cada vez más estrambótico.- Dime una cosa Jefe, solo los
humanos puede estar conectados a ARL, ¿verdad? No hay ningún animal conectado.
- Correcto, por unanimidad se estableció que
la flora y la fauna terrestre siguieran su proceso evolutivo natural en los
espacios abiertos que quedan.
- Entonces está prohibido que un ser no
humano esté conectado. ¿Cómo lo detectaríais?
- Tenemos un programa de escaneo intelectual
para diferenciar a las bestias de los humanos, en caso de encontrar un posible
caso de animal conectado se le hace un escaneo físico para contrastar con el
patrón humano. No ha pasado nunca.
- Pues escanéame, yo no soy humano. Pásame
ese escáner y verás que tengo un par de glándulas cerebrales más, un par de
dientes menos y mi colon es significativamente más grande, pero más estrecho.
Además mi ADN no es humano.
Una delgada línea de luz roja pasó sobre mí y
a los pocos segundos otra voz en off diferente a la del Jefe dijo:
- Posible animal encontrado, desconexión en
proceso.
Entonces desperté.
Me encontraba en una especie de caja semitransparente,
estaba conectado por todas las cavidades anatómicas posibles y llevaba un casco
que me cubría la cara. Alguien abrió el cofre transparente en el que estaba
estirado y me sacó el casco.
- ¿Qué ha pasado? ¿Está usted bien? – Noté en
su voz un tono nervioso.
Quise incorporarme, pero tenía tubos y cables
insertados en sitios desagradables. Noté que tenía mi brazalete y eso me
tranquilizó.
- ¡Sáqueme todo esto, es muy desagradable!
Pude ver cómo aquel chico apretaba un botón y
todo aquello que me tenía conectado se recogió como un tubo de aspiradora. No
he sentido una sensación más desagradable y tranquilizadora en mi vida. Cogí a
aquel chico del brazo y me senté en el borde de aquella caja a la que le habían
desaparecido las paredes y se había convertido en una especie de camilla.
- Quiero salir de aquí. – Le dije- Necesito
salir de aquí.
- Pero eso está prohibido señor.
- No lo entiendes, no puedo explicarlo, pero
necesito subir encima de la Cúpula.
No sé si fue mi cara de desesperación, o el
miedo que se reflejaba en la cara de aquel chico probablemente por estar
delante de un extraño fallo del sistema, pero la cuestión es que me dejó salir
de ahí. Gracias a mi brazalete pude encontrar la nave fácilmente. Por suerte no
hubo ningún robot que me dejara inconsciente y me conectara a aquel infierno
otra vez. Pude salir de aquel planeta sin problema.
Mi informe sobre el planeta Tierra acaba
aquí.
Mi evaluación como controlador: su mentalidad
hedonista ha llevado a los humanos hasta una salida desesperada. Han preferido
buscar el placer en lo irreal en vez de enfrentarse al dolor y superarlo. Son
una raza joven, pero no pensé que tanto; es como un niño que otorga su valentía
a su osito de peluche en vez de enfrentarse sólo al monstruo imaginario que
vive en su armario. Solicito mi traslado a otro sector más tranquilo del
universo.
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